Fibrilación auricular:
La fibrilación auricular es una arritmia cardíaca que hace que el corazón lata de una forma muy rápida e irregular.
Es una arritmia grave ya que incrementa el riesgo de padecer un infarto cerebral e insuficiencia cardíaca.
El corazón es un músculo con función de bomba, está formado por cuatro cámaras: 2 superiores llamadas aurículas y 2 inferiores llamados ventrículos.
En condicione normales estas cámaras trabajan de una forma coordinada para llevar la sangre a todo el cuerpo, esto es posible gracias a una señal eléctrica que se origina en las aurículas y viaja después a los ventrículos.
De esta forma los latidos viajan de una forma organizada a través del tejido eléctrico.
En los pacientes con fibrilación auricular las cámaras superiores (aurículas) laten de una forma desorganizada produciendo una especie de “temblor” en el corazón.
Este temblor genera un flujo turbulento de sangre y coágulos al interior del corazón lo que puede poner en riesgo al paciente para sufrir un infarto cerebral.
Diagnóstico de la fibrilación auricular:
Con un electrocardiograma es posible hacer el diagnóstico de esta arritmia. En otras ocasiones es necesario colocar un Holter de 24 horas.
Los factores de riesgo para la fibrilación auricular son: diabetes mellitus, enfermedad coronaria, tabaquismo, obesidad, hipertensión arterial. La fibrilación auricular es una enfermedad crónica y progresiva, con el tiempo los síntomas empeoran. Es importante diagnosticarla temprano ya que: mientras más tiempo permanezca el corazón fuera de ritmo; más difícil va a ser poder llevarlo a un ritmo normal.
Fibrilación auricular paroxística:
En las etapas iniciales el corazón entra y sale por sí mismo de la fibrilación auricular, estos episodios de fibrilación auricular pueden durar solo horas o días, esto se llama fibrilación auricular paroxística.
Fibrilación auricular Persistente:
En algunas ocasiones la arritmia no desaparece por sí misma y el cardiólogo debe de quitar la arritmia con medicinas o con choques eléctricos.
Fibrilación auricular Permanente:
Cuando no se hace el diagnóstico de esta arritmia cardíaca a tiempo el paciente ya no podrá regresar a un ritmo normal a pesar de las intervenciones del cardiólogo.
Síntomas y consecuencias de la fibrilación auricular:
Los síntomas pueden ser sensación de palpitaciones, taquicardias, debilidad, fatiga, dolor en el pecho, falta de aire. Más del 60% de los pacientes no tienen síntomas.
Sin embargo: a pesar de no tener síntomas, los pacientes con fibrilación auricular tienen un riesgo muy alto de padecer “remodelado” o embolia cerebral.
El “remodelado” hace que el corazón caiga en insuficiencia cardiaca en un periodo muy corto de tiempo, incluso en días.
Durante los periodos de fibrilación auricular la sangre se puede “estancar” dentro del corazón. Esto puede generar un coágulo que se puede desplazar hacia el cerebro produciendo una embolia o infarto cerebral.
Los pacientes con fibrilación auricular tienen 5 veces más riesgo de tener un infarto cerebral y tienen 4 veces más riesgo de terminar en un hospital.
Tratamiento de la fibrilación auricular:
Es importante el tratamiento integral de los 3 aspectos fundamentales de esta arritmia:
1.- Control de ritmo; es decir que el paciente permanezca el mayor tiempo posible en ritmo normal.
2.- Control de frecuencia; es cuando el paciente permanece con la arritmia y se dan medicamentos para evitar que la arritmia se salga de control
3.- Prevención de embolia cerebral; son medicamentos que “diluyen” la sangre para evitar la formación de coágulos dentro del corazón
En algunas ocasiones el cardiólogo puede realizar un procedimiento que se llama cardioversión; que consiste finalmente en dar una descarga eléctrica al corazón para que recupere su ritmo normal.
En otras ocasiones es necesario realizar un procedimiento llamado “ablación”. La ablación consiste en introducir unos catéteres al interior del corazón para “quemar” el sitio de donde nace la arritmia.
Hay pacientes en los que es necesario realizar una ablación con cirugía cardíaca a corazón abierto. En este procedimiento el cirujano realiza la intervención directamente sobre el tejido cardiaco para “quemar” la arritmia.
En otros pacientes es necesario colocar un marcapasos para ayudar al corazón a latir de una forma adecuada y que no se produzcan periodos largos de inactividad eléctrica.
Conclusión
La fibrilación auricular es una enfermedad crónica y progresiva. Por lo tanto: mientras más tiempo permanezca la arritmia más difícil será llevar al corazón a su ritmo normal. Mayor será su riesgo de padecer un infarto cerebral.
Si siente palpitaciones vaya al cardiólogo para saber si padece fibrilación auricular.
El diagnóstico de esta arritmia cardiaca se realiza con un electrocardiograma o con un monitoreo Holter.
El cardiólogo determinara si es candidato a tratamiento médico.
El tratamiento médico consiste en hacer menos “espesa” su sangre y disminuir su riesgo de un infarto o embolia cerebral.
Tambien, es importante controlar sus niveles de lípidos en sangre